domingo, 27 de marzo de 2011


No se trata de ir por la vida con una sonrisa de oreja a oreja para demostrar que eres feliz ...



Se trata de reir sin darte cuenta, de soñar despierta y no acordarte después, de jugar con fuego, quemarte, y aun así reir, porque es lo único que puedes hacer, esa sonrisa que se convierte en carcajada en menos de un segundo, y que más tarde, llegará a formar parte de esos momentos irrepetibles que componen tu felicidad.

¿Te has despertado alguna vez con una extraña sensación?
Sí, esa que te hace sentir como que todo lo vivido en el pasado no fue real, como si ahora fuera el momento de empezar una nueva vida, totalmente distinta.
A veces sentimos que hemos desperdiciado nuestra vida con tonterías, aunque en ese momento todas nuestras acciones eran consideradas por nosotros como las mejores que hemos vivido.
Siempre llega el momento en el que chocamos con la realidad. Sí, claro que duele ese golpe. Pero con el tiempo van sanando las heridas, las cuales nos hacen ver la vida de otra manera, las cuales nos hacen despertar y nos obligan a empezar de cero.
Yo hace tiempo que desperté, y desde ese momento no paro de chocarme con la realidad, todos los días son como uno nuevo para mí.
A veces me siento feliz por no dejarme engañar por todo lo que me rodea, otros busco algo de estabilidad.
Mi vida depende de mi, mientras que yo soy totalmente independiente.